jueves, 15 de enero de 2009

Los campeones conceden la revancha


Tras su brillante triunfo en la final del sábado pasado, Urriza y San Miguel concederán la revancha a los subcampeones este mismo domingo, en el Euskal. Los jóvenes campeones comienzan su reinado.
texto: Pablo Almárcegui foto: Joseba Zabalza


Los flamantes campeones oficiales de remonte por parejas, Javier Urriza y Julen San Miguel, harán uso este domingo de su condición de txapeldunes del Torneo Tejados Aoiz al conceder la revancha a los subcampeones, Koteto Ezkurra e Iñaki Gaztelu. Es la potestad del campeón concederla, en este caso además en su particular fortín, el Euskal Jai Berri-Reyno de Navarra, frontón donde Urriza-San Miguel cimentaron su título por parejas, pues fue donde más claras fueron sus victorias. Con la final del sábado tan reciente en la retina, Ezkurra y Gaztelu tratarán de desquitarse de una derrota especialmente amarga para ellos, pues ganaban 37-32... y perdieron 38-40. Hay cierto pique además, entre los jóvenes (los vencedores) y los veteranos, derrotados.
No obstante, por encima de todo ello, será una buena ocasión para que Urriza y San Miguel empiecen a demostrar su potencial donde más importa en el remonte: en el día a día. Para empezar se miden a dos pelotaris que llevan muchas temporadas dando el callo, en las que han aportado con su esfuerzo y su regularidad su granito de arena (o su montaña, en el caso de Ezkurra) para mantener con salud la modalidad de pelota vasca que más festivales da en una sola cancha a lo largo del año (en el frontón Galarreta se organizan tres funciones por semana; más de 150 por temporada).
JULEN SAN MIGUEL
“Debo rendir día a día”
Buena parte de la responsabilidad de ese futuro puede recaer en las espaldas y el brazo de Julen San Miguel (Santesteban, 1987), para muchos, el zaguero llamado a tomar el relevo del número uno, Iñaki Lizaso. Pugnará por ello con su amigo Miguel Mari Urrutia. El joven doneztebarra mostraba su ilusión tras llevarse la txapela del Parejas, la tercera en 2008 para él (ganó también la de San Fermín, y la del Torneo Comunidad Foral disputado en frontones cortos, con final en el Labrit). “El sábado lo celebramos en una sociedad del pueblo por todo lo alto. Fue un día bonito, la gente me paraba y me daba a la enhorabuena... me dicen que siga así, llegando a las finales, que no me descentre. Todo este apoyo es de agradecer”, comenta San Miguel, aparentemente con los pies en el suelo: “Ganar txapelas nos gusta a todos, pero lo importante es el día a día, es ahí donde debo rendir porque es de lo que vivimos: hay que darlo todo en cada partido”.
Tras un campeonato notable, San Miguel dio la de arena en la final, donde acusó los nervios, como él mismo reconoce. Menos mal que Urriza tuvo su día: “La noche anterior dormí muy bien, pero al mediodía ya tenía nervios, estaba obsesionado con evitarle a Ezkurra. Está claro que no jugué lo que sé, pero por suerte, Urriza se salió. Recuerdo especialmente el 37-37, una pelota imposible que llevó a buena y que convirtió en tanto nuestro. Le animé para que fuera a por ella, le grité que llegaba... y lo hizo: fue el tanto imposible. La alegría después fue inmensa”. San Miguel ha ganado sus últimos seis partidos con Urriza (cinco del Torneo Tejados Aoiz y otro anterior). Tratará de seguir la racha en la revancha de la final. “Jugar en el Euskal nos beneficia un poco, pero Ezkurra es el número uno e irá a por todas... como siempre”.
JAVIER URRIZA
“Me duele todo”
La final del sábado se define en un tanto, el 37-37: una jugada y una actitud que dieron el vuelco a la final. “El mérito estuvo por conseguirlo en ese momento dado, con la paliza que llevábamos encima. En ese momento no pensé en que estaba tan cerca la valla, ni en la rodilla, ni en nada: apreté los dientes y me obcequé en llevar esa pelota, supongo que por esa motivación especial de una final”, resume el protagonista, Javier Urriza, magullado pero feliz tras la final. “Acabé bastante tocado físicamente, salió un partido muy duro, muy nivelado, con una tensión enorme. Al día siguiente me dolía todo, tenía agujetas por todo el cuerpo”, comenta Urriza.
El pamplonés se vio incluso obligado a suspender su partido del martes pasado. “Se me inflamó la rodilla por el golpe, pero espero estar en plenas condiciones para jugar la revancha”, aclara Urriza, que espera un buen espectáculo: “Todos los partidos son un mundo aparte. En teoría, el Euskal nos va mejor a nosotros, porque Koteto no está tan acostumbrado, y es un frontón más vivo que hace que resulte más fácil pasarle. De todas formas, tanto él como Gaztelu son competidores natos y querrán llevarse la revancha. A ver si ofrecemos un buen partido, es lo que hace falta para que la gente vaya al frontón”.
Urriza firmó el sábado algo único, ganar su segunda txapela por parejas sin haber cumplido dos años como profesional (debutó el 27 de enero de 2007). “Tampoco le he dado muchas vueltas a ganar mi segunda txapela, aunque sé que es algo difícil de conseguir. Cuando pase más tiempo y lleve años sin conseguir txapelas, que es lo normal, lo valoraré más. Es algo importante, en lo que influye tener suerte con las lesiones y llegar en un buen momento de forma, tanto tú como tu compañero”, concluye Urriza.

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