José Javier Etxeberria (Santesteban, 1973) era, junto a Urriza, el único debutante en el Torneo Faustino... y curiosamente, ambos han alcanzado la gran final del sábado. Después de completar su mejor temporada como profesional del remonte, el zaguero navarro buscará el mejor broche posible para un pelotari, una txapela que buscará junto al amezketarra Imanol Altuna. Juntos forman una pareja con la que pocos contaban, pero que ha demostrado un gran juego.
Falta ya poco para la gran final del Parejas. ¿Nervios?Más que nervios, lo que tengo es mucha ilusión y ganas de jugar la final. Los nervios ya llegarán, aunque es cierto que al ser un campeonato oficial siempre hay un poco más de presión.
Pase lo que pase ya es subcampeón, lo que no está mal para un debutante en el torneo como usted.
Llevo ya muchos años jugando a remonte, pero sí que es cierto que ésta es mi primera participación, y que cuando comenzaba el torneo posiblemente hubiera firmado llegar a la final. Pero ahora no, ahora quiero un poco más. Para mí, ganar la txapela sería la bomba... y también para Altuna I, que parece que es el eterno subcampeón. A ver si lo conseguimos.
El éxito le llega un poco tarde, a los 34 años.
Llevo ya tres o cuatro años a bastante buen nivel, pero la verdad es que exploté un poco tarde, hacia los 30 años. Cuando te entrenas, trabajas bien y te respetan las lesiones, al final recoges los frutos, aunque también es cierto que no todos llegan. Si consigo la txapela la veré como el premio a unas cuantas temporadas de buena trayectoria.
¿Tenía una espinita clavada por no haber jugado el campeonato antes?
Soy consciente de que quizá antes ya tenía el nivel suficiente para haber jugado el campeonato, pero la empresa habría tenido sus motivos para no ponerme; ocurría que no jugaba o por exceso de nivel o por defecto, siempre pensando en hacer parejas compensadas. Pero bueno, al final he conseguido estar. Igual he cogido este campeonato con un poco de rabia... de momento me ha salido todo bastante bien, pero ahora falta rematar la faena.
En la final se enfrentarán a Urriza y Lizaso, que ya les ganaron en la liguilla de cuartos de final (40-35). ¿Teme esa referencia?
No creo que tenga mucho que ver. Ese día nosotros salimos a ganar, como siempre, pero ocurría que si hacíamos 12 tantos, ya estábamos clasificados para semifinales. Sin querer tienes menos presión y estás un poco más tranquilo, aunque nunca sabes si eso es mejor o peor para afrontar un partido. Eso sí, el día de la final, con todo el jaleo que habrá en el frontón, el que esté más tranquilo tendrá mucho ganado.
¿Cómo ve a sus rivales?
Tanto Urriza como Lizaso están muy bien. Lizaso está a un nivel enorme, con mucha confianza. Y a Urriza lo veo muy asentado, le pega fuerte a la pelota y concede pocos regalos.
¿Y a su compañero?
Altuna I ha hecho un campeonato perfecto, ha estado muy bien en todos los partidos... esperemos que también me saque las castañas del fuego en la final. Yo, por mi parte, intentaré dar también toda la guerra que pueda.
Urriza y Lizaso alcanza la final tras maravillar en semifinales ante Ezkurra-Olazar, a quienes ganaron por 40-14. ¿Asusta este resultado?
Yo no le daría mayor importancia, siempre hay partidos de ese tipo a lo largo de una carrera deportiva. A mí me sucedió la pasada temporada algo muy curioso: un día perdí por 40-12, y a continuación enlacé 17 victorias consecutivas. Aún así, está claro que tanto Imanol Altuna como yo respetamos mucho a Urriza y Lizaso.
Cierto periodista les bautizó a usted y a Altuna I como la pareja Cenicienta al comienzo del torneo... ¿le molestó?
(Risas) No... me hizo gracia, porque además luego me lo comentaron en el pueblo... pero no me enfadó. La verdad es que nos vino muy bien ganarles a Zeberio II y a Etxabe bien en nuestro partido, eran posiblemente la pareja con más nombre del campeonato y les derrotamos por 40-22. Fue un partido importante, que nos dio confianza... y después se ha visto que no éramos tan Cenicientas.
¿Qué balance hace del torneo hasta la fecha?
El balance hasta ahora es para estar muy contento, me ha llegado tarde el debut en el Torneo Faustino, pero estoy en la final. También es cierto que he sido un pelotari un poco tardío, incluso debuté con más edad que otros, ya que di el salto con 24 años.
¿Por qué ese retraso?
Como casi todos en Santesteban, yo jugaba a guante laxoa, una modalidad interesante para jugar luego a remonte porque precisamente aprendes a remontar. Mi problema fue simplemente que no tenía cómo acudir al frontón, pero cuando me saqué el carné, pude ir y empezar a entrenarme a remonte en serio. Acerté con ello, porque he tenido varios trabajos, pero ahora me dedico a ello en exclusiva.
Santesteban es la cuna de muchos remontistas. Sin ir más lejos, actualmente son profesionales Ezkurra, Lizaso, Olazar, Uterga, Iribarren, San Miguel y usted... ¿a qué se debe?
No sabría decir por qué. Está claro que en Santesteban hay muchísima afición a la pelota, aunque curiosamente apenas ha habido grandes manistas, a excepción del padre de Koteto Ezkurra. La verdad es que debuta en remonte bastante gente del pueblo, y eso mismo anima a otros a probar, porque es una forma bonita de ganarte la vida, en la que haces deporte y te tienes que cuidar físicamente. Pero también es cierto que no es normal que salgan tantas figuras, porque Ezkurra y Lizaso llevan muchísimos años en los mejores estelares. Eso sí, la escuela del guante tiene bastante importancia.
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