Igor Sarasua Otero (Asteasu, 1972) colgará el remonte el próximo sábado en el frontón Galarreta, después de una carrera que arrancó el 27 de mayo de 1995, también en la cancha hernaniarra. Sarasua dejará la actividad como remontista profesional, pero seguirá vinculado a la empresa Galarreta-Euskal Jai, donde ejercerá las funciones de monitor (cargo que ya desempeñaba en la actualidad) con las de cestero. Su último partido será el estelar del sábado: Sarasua-Lizaso contra Altuna II-Etxabe.
Sarasua acoge con agrado este cambio. “La verdad es que no ha sido nada traumático, creo que he disfrutado de unos años muy buenos como remontista. El mejor, 2004, cuando gané el Cava Faustino individual y el Villa de Huarte... pero esto no iba a dar mucho más de sí. Se me ha abierto otra posibilidad de seguir vinculado al remonte que me hace mucha ilusión: ser monitor tres días a la semana, como hasta ahora, y cestero. Esto último no lo había hecho nunca, pero acabo de empezar y veo que es un trabajo muy artesanal y bonito. Es una nueva etapa”, asegura.
El asteasutarra empezó en el remonte siguiendo los pasos de otros grandes pelotaris de su localidad, Agerre y Zubeldia. “Los chavales estábamos todo el día en el frontón, y ellos eran nuestros ídolos. Me acuerdo que a algunos les dio por la bici, y a mi también me gustaba... pero un año me regalaron un remonte por Reyes, y hasta hoy”. Sarasua se define como un pelotari “al que le ha faltado pegada, pero que ha sabido estar en la cancha”. Su referencia es Ezkurra, “pasará mucho tiempo hasta que salga otro como él”. En su despedida espera, cómo no, hacer un buen encuentro. “Acabo de estar un mes lesionado por una lumbalgia, quiero hacer al menos un partido sin altibajos y llegar con opciones de ganar hasta el final”.
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