• Urrutia separó cuatro pelotas con la intención de llevar el juego a la zaga; todo lo contrario que Zeberio II, que buscó material con la intención de enzarzar a su rival en el peloteo. Ambos quedaron satisfechos con el lote presentado por el intendente, Kike Elizalde
• Urrutia, campeón en 2008, partirá como favorito para la cátedra (doble a sencillo, e incluso 100 a 40 a su favor en las apuestas)
• Urrutia tendrá como botillero en la final al ex remontista Jon Eizagirre, mientras que Zeberio II acudirá en compañía del zaguero Iñaki Gaztelu
Miércoles, 02 de septiembre
Miguel Mari Urrutia y Patxi Zeberio ya tienen las armas (sus remontes y ocho pelotas, elegidas esta mañana) para luchar el próximo sábado por la txapela del Torneo Casino Kursaal, el 27º Campeonato de Remonte Individual Oficial. Los dos finalistas acudieron al frontón Galarreta, escenario de este esperado partido (16.45 horas, ETB1 en directo), y donde eligieron a cada cuatro pelotas del lote presentado por el intendente de Remobte Berri, Kike Elizalde. Ambos quedaron satisfechos, cada uno en su estilo. Elizalde se refirió así al lote presentado: “Es el mismo tipo de pelotas con las que se ha jugado todo el Torneo Casino Kursaal, han funcionado muy bien hasta ahora, por lo que no hay motivos para cambiar. Había pelotas de bastante más bote, pero se han descartado por resultar excesivas En el partido entre ambos en la liguilla, el material no fue decisivo, por lo que ahora tampoco debería de serlo. Ganará el mejor”, zanjó.
Urrutia escogió las pelotas más vivas que pudo, “con vuelo”, explicó, con el claro fin de sobrepasar a su rival todas las veces que pueda. Todo lo contrario que Zeberio II, que examinó con esmero el lote en busca de material de menos salida. Al final, el zaguero de Saldias se quedó con dos pelotas de 127 gramos, una de 128 y otra de 129; mientras que Zeberio II optó por tres pelotas de idéntico peso, 129 gramos, y otra de 128, si bien el pesaje es algo anecdótico en pelotas hechas con el mismo patrón; lo que influye es, sin lugar a dudas, el bote.
El vigente campeón aprovechó la jornada para realizar un entrenamiento previo a la elección, en compañía de su botillero el día de la final, el ex remontista zauauztarra Jon Eizagirre. El navarro ejecutó varios restos y saques. Por su parte, Zeberio II también aprovechó para entrenarse en la cancha, en su caso después de la elección y en compañía de su fiel botillero y amigo, el zaguero de Leitza Iñaki Gaztelu.
Una vez separado el material, Miguel Mari Urrutia mostró tranquilidad e ilusión a tres días de la final. Eso, y concierta perplejidad por los momios que se barajan entre la cátedra (100 euros a 40 a su favor), quizá excesivos tras el triunfo por 35-33 tan ajustado de la liguilla semifinales… amén de otros antecedentes muy apretados entre los dos remontistas. “No creo que haya tanta diferencia entre los dos, me parece una burrada. Zeberio II es un remontista con un gran palmarés y un rival muy a tener en cuenta. Espero un partido bastante duro. En semifinales gané, pero fue muy difícil. Una final es algo distinto, hay un ambiente especial y los nervios pueden jugar una mala pasada, aunque personalmente no me suelen afectar estas cosas. Salir de favorito es un halago, pero nada más”, aseguró Urrutia, que destacó la importancia del saque. “Es la clave, tanto el saque como el resto de saque. El primer partido contra Zeberio II estaba muy igualado, pero al final acerté más a sacar y me llevé la victoria”, recordó.
Se refirió con claridad al material: “Me he quedado contento. He escogido las pelotas más vivas que había, para hacer daño con el saque e intentar pasarle”, dijo Urrutia, que el sábado tendrá a su favor los consejos de Eizagirre, campeón en 2003: “Es un botillero de lujo. Tengo la suerte de que somos buenos amigos, tenerle al lado siempre ayuda”
El zaguero de Saldias tuvo un detalle con Ezkurra, el nueve veces campeón que este año no ha podido disputar el Torneo por culpa de una lesión muscular. “Es una pena, entre una cosa u otra hace tres años que no gana la txapela, pero hay que seguir contando con él. Está claro que la afición quiere verle pelear por la décima, y él también tiene muchas ganas. Este año, Altuna II se ha podido beneficiar de su ausencia para colarse en las semifinales, pero por eso no hay que restarle ningún mérito. Garikoitz ha hecho un gran campeonato”, dijo el zaguero.
Por su parte, Patxi Zeberio explicaba así sus preferencias respecto al material: “Para mi tipo de juego, lo fundamental es coger pelotas que no cojan demasiado vuelo. He separado pelotas con más peso, que anden más de abajo y permitan más pelotear, golpear de botecorrido y llevar el partido más a mi terreno, los cuadros delanteros. De todas formas, hay que ver cómo se quedan las pelotas en cuanto les castiguemos un poco. También influye la temperatura: por la tarde pueden parecer diferentes. El material de Urrutia resulta menos pesado peso, son pelotas que vuelan un poco más. Está claro que querrá hacerme daño en el rebote. Pero lo importante es que hay material para los dos”, resumió el delantero, que ha demostrado en este campeonato que se defiende muy bien desde el rebote. “Hace unos años, fallaba bastante con el saque y con el rebote. Son jugadas que he entrenado muchísimo y ahora me defiendo, gracias a la constancia y el trabajo. El secreto es meter horas”, señaló el guipuzcoano.
Zeberio II sabe que la cátedra estará con Urrutia. “La verdad es que preferiría ser favorito yo: cuando eres, significa que la gente te ve bien. Pero tampoco le hago demasiado caso a ese tipo de cosas”, afirmó. El sábado espera un choque muy duro. Como lo fue el 35-33 para Urrutia en las semifinales, o como el propio 35-29 de la final del año pasado: “Creo que será una final muy competitiva. Nuestros partidos suelen ser apretados y bastante peloteados, nos cuesta romper. Si no se pone nadie nervioso, supongo que saldrá un partido así”.
El saque resultará, sin lugar a dudas, una jugada determinante: “Como en todos los partidos individuales, el saque será fundamental, el que acierte tendrá mucho ganado”, dijo el delantero que, pese a no ser favorito, optará a su tercera txapela (ganó antes las de 2006 y 2007). “Está difícil, pero sería para mí un gran honor. Veremos qué pasa el sábado”, concluyó.
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