El zaguero Peio Aizpuru Lasa (Urrestilla, 1964) colgará el remonte el próximo sábado (encuentro entre Ezkurra-Aizpuru y Altuna I-Lizaso, en el frontón Galarreta y televisado por ETB1 desde las 19.00 horas), después de una larga y fructífera carrera de 25 años, con varios miles de partidos a sus espaldas y txapelas de los trofeos más importantes que pueden ganarse, como el Individual (1993) o el Parejas (1990, con Elizalde; 1993, con Arregi; y 1998, con Zeberio II). Por encima de todo ello, Aizpuru deja una estela de pelotari honrado, trabajador y muy valorado por los pelotazales. Forma ya una parte importante de la historia de este deporte.
El sábado llega su último día como remontista. ¿Nervioso?
No le doy muchas vueltas a todo esto, aunque los últimos días sí que se me han hecho un poco raros, más que nada por las llamadas de los periodistas. Pero se agradece que se acuerden de uno.
Se despide con un estelar de primer nivel: Ezkurra-Aizpuru contra Altuna I-Lizaso.
Sí, es un gran partido, espero estar a la altura. Me hacía ilusión jugar contra un buen amigo como Iriarte, con el que he coincidido muchos años y que también es de Azpeitia, pero ya nos enfrentamos el martes pasado en Galarreta y el viernes en mi despedida en el Izarraitz. En ese sentido, no tengo quejas.
Ha ganado esos dos últimos partidos (40-27 y 40-24), tras sendas grandes actuaciones. Quizá haya que replantear su retirada...
No, las cosas no son así. Es verdad que en los dos últimos dos meses he andado un poco mejor, pero llevo un año en el que me he tambaleado un poco en la cancha, he bajado el nivel. Es ley de vida.
¿Le da pena dejarlo tras 25 años?
No; es más, considero que soy un afortunado, porque he disfrutado durante un montón de tiempo del remonte, 25 años. Pero la edad no perdona.
¿Qué ha perdido?
Velocidad: en todos los deportes, si la pierdes te quedas sin una cualidad fundamental para rendir a buen nivel. Aprendes otras cosas, como la colocación, o la técnica... pero llega un momento en el que con eso, no vale. Si un pelotari joven tiene su día, te arrolla.
Debutó en 1983. ¿Ha cambiado el remonte desde entonces?
Han cambiado la forma de jugar, el material y los propios pelotaris. Antes se jugaba mucho más a pie parado, con la postura de abajo, un pelotazo al rebote era tanto... y se remontaba más. Ahora se golpea bastante más desde arriba, la pelota bota más y te da más tiempo para llegar.
Usted se ha amoldado bien a los cambios: apenas falla en el rebote.
Creo que me he defendido más o menos bien en todas las facetas del juego, aunque sin destacar en nada en concreto.
¿Antes había más nivel que ahora?
Cuando debuté, mi ídolo era Imanol Mujika, y estaban por ahí los Inchauspe, Matxin, Aseginolaza, Agerre, Cestau... había seis o siete delanteros y otros tantos zagueros de buen nivel. Pero creo que ahora el plantel tampoco está nada mal.
¿Cuál es su mejor recuerdo en el remonte?
He llegado cuatro veces a la final del Individual, y conseguí una txapela en 1993, contra Agerre. Eso es algo que siempre hace una gran ilusión: un partido mano a mano no es tan bonito quizá como uno por parejas, pero tiene un morbo especial y levanta expectación. Me acuerdo también de la primera txapela que conseguí, el Torneo de Primavera de 1987, eso me hizo una ilusión tremenda. Pero mi mejor año fue 1993, porque también gané el Parejas, con Arregi.
¿Y el peor recuerdo?
Un pelotazo que le di a un compañero, Azkue, que tuvo dejar el remonte. Eso es algo que me ha marcado para siempre.
¿Su mejor compañero?
He estado muy a gusto con todos, los remontistas somos como una familia. He coincidido en muchos partidos con Matxin, Agerre, Elizalde, Cestau, Ángel Lekunberri... Pero el mejor compañero es Ezkurra.
¿Qué tiene?
Todo, es el mejor remontista de todos los que he visto: posee velocidad, garrote, visión de juego, habilidad... es un súper. Ahora también hay otros grandes pelotaris, como Zeberio II o los Altuna.
¿Su zaguero preferido?
Imanol Mújica, era muy artista y jugaba concediendo grandes ventajas. También me ha gustado Agerre, un pelotari muy atleta y con un físico terrible, para ganarle había que dejarlo todo en la cancha. Y tanto Eizagirre como Lizaso son zagueros muy buenos.
¿Cómo ve el relevo?
Le veo bien a San Miguel: rompe y es diferente, tiene un futuro muy bueno, aunque con sus cosas por pulir. También me gustan Urrutia y Juaristi, un pelotari que lo da todo.
¿Qué diagnóstico hace del remonte?
Antes iba más público al frontón, sobre todo al Euskal, porque Galarreta todavía tiene un gran ambiente los jueves y los sábados. La gente tiene ahora más ofertas de ocio, como la propia televisión... esperemos que con el apoyo de todos, sobre todo de la prensa, el remonte vaya otra vez hacia arriba.
¿Cómo empezó en este deporte?
Siempre he tenido afición a la pelota: mi hermano mayor jugaba a cesta punta, y el otro, a pelota mano. Me comentaron la posibilidad y empecé a entrenar a remonte con Juan Pedro Azkarate. Debuté pronto, con 19 años.
¿Cómo ha sido como remontista?
De joven tenía un brazo bastante potente, aunque era más fallón: los pelotaris pasamos varias etapas, y cuando pierdes fuelle buscas otras cosas, como arrimar más la pelota, o intentar hacer alguna jugada. Antes no reboteaba, pero tuve que aprender... y echo al dos paredes desde hace 10 años, antes ni se me pasaba por la cabeza, pensaba que si fallaba, la gente me echaría la bronca. Pero mi jugada preferida ha sido pegar un buen pelotazo desde el cuadro 7 u 8, le daba muy a gusto.
Ha pasado más de media vida como profesional del remonte. ¿Lo echará de menos?
Todavía no lo sé, sólo pienso en mi próximo partido y no me he puesto a pensar en más cosas... seguro que de aquí a dos meses echo en falta este mundillo, ver si tengo que jugar el martes, o qué día.
¿Qué hará a partir de ahora?
Seguiré con mi trabajo en Azpeitia, por la mañana en el polideportivo y por la tarde, de canchero en el frontón Izarraitz y con la escuela de pelota, con unos 20 chavales. Además, seguiré haciendo deporte, porque me gusta ir al monte y la caza.
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